1. Partido de fútbol de la Tregua de Navidad
En lo que se ha convertido en uno de los acontecimientos más mitificados de la Primera Guerra Mundial, la Tregua de Navidad -y el consiguiente partido de fútbol- es un ejemplo perfecto de cómo el deporte une a la gente contra todo pronóstico. En este caso, hizo que enemigos acérrimos se convirtieran en rivales amistosos, aunque fuera temporalmente. A última hora de la Nochebuena de 1914, los soldados británicos oyeron a las tropas alemanas de las trincheras de enfrente cantar villancicos y encender adornos. Tras gritarse mensajes, ambos bandos se encontraron al día siguiente en tierra de nadie, donde intercambiaron regalos y jugaron un improvisado partido de fútbol. Este momento mágico de solidaridad deportiva fue un raro rayo de luz en un periodo por lo demás horrible en los campos de batalla de Europa Occidental. La tregua duró poco, y los soldados que jugaban al fútbol volvieron a sus puestos de combate poco después.
2. Jessie Owens estropea los juegos de Hitler
Corría el año 1936 y Adolf Hitler llevaba tres años como canciller; unos años más tarde invadiría Polonia, iniciando la Segunda Guerra Mundial. Hitler quería utilizar los Juegos Olímpicos de Berlín de ese verano como demostración de la fuerza alemana y de la superioridad aria. Sin embargo, la velocista afroamericana Jessie Owens tenía ideas diferentes. Owens dominó sus pruebas, ganando el oro en 100 m, 200 m, 4x100 m y salto de longitud, estableciendo tres récords mundiales en el proceso y humillando a Hitler ante su público.
3. El rugby une a Sudáfrica
La Copa del Mundo de Rugby de 1995 fue el primer gran acontecimiento deportivo celebrado en Sudáfrica tras el fin del apartheid, un sistema legislativo que mantenía políticas segregacionistas contra los sudafricanos no blancos. Los Springboks, el equipo nacional sudafricano, habían sido vetados en torneos anteriores debido a la política de su gobierno, pero después de que Nelson Mandela tomara el mando a principios de la década de 1990 y desmantelara dicha política, los anfitriones pudieron jugar libremente. En un cuento de hadas deportivo, los Springboks llegaron hasta la final, donde consiguieron derrotar a los muy favoritos All Blacks neozelandeses de forma dramática. En un momento que trascendió lo deportivo, Mandela entregó el trofeo al capitán sudafricano blanco, Francois Pienaar.
4. La selección india de críquet viaja a Pakistán
Tras décadas de conflicto entre ambos países, India emprendió una gira de partidos de prueba por Pakistán en 2004. La rivalidad entre los dos países del sur de Asia ha sido intensa desde que los británicos separaron Pakistán de una zona de India tras la Segunda Guerra Mundial, lo que provocó décadas de disturbios, asesinatos en masa e incluso genocidio. El Primer Ministro de Pakistán, el ex jugador de críquet Imran Khan, acogió con satisfacción la gira, afirmando que trasciende el deporte.