Elissa Downie - Lesión cervical
La gimnasta británica Ellie Downie hizo que los espectadores contuvieran la respiración tras una espantosa caída durante las eliminatorias por equipos de gimnasia en Río. Downie se golpeó el cuello al dar un paso en falso en una voltereta, pero afortunadamente no sufrió lesiones graves. Downie estaba intentando una voltereta con dos giros y medio cuando tuvo un aterrizaje un poco inestable en medio de su paso. Se le doblaron las piernas, lo que le hizo caer sobre el cuello, en una de las lesiones deportivas más espantosas que hayan presenciado los aficionados al deporte.
Tras la caída, y a pesar de intentar continuar su rutina, acabó saliendo de la pista de competición sin terminar. Sin embargo, tuvo la suerte de recuperarse rápidamente.
David Robinson - Conmoción cerebral
En una fracción de segundo, el codazo de Karl Malone convirtió un partido en un momento que cambió la vida de David Robinson. Las dos leyendas de la NBA chocaron al principio de un partido entre los Utah Jazz y los San Antonio Spurs, y el codo de Malone aterrizó de lleno en la cabeza de Robinson. El impacto fue tan fuerte que Robinson cayó al suelo, inconsciente. Fue un momento aterrador para todos los presentes en el estadio y para los aficionados al deporte de todo el mundo, que se preocuparon por el bienestar de Robinson.
A pesar del accidente, la NBA tomó medidas y multó a Malone con 5.000 dólares. Robinson pasó la noche en observación, pero un TAC no detectó daños neurológicos. Este momento fue un recordatorio del peligro inherente a los deportes profesionales y de la importancia de la seguridad de los jugadores.
Samantha Cerio - Se rompió las dos piernas
En el mundo del deporte de competición, las lesiones son demasiado frecuentes, pero algunas son más devastadoras que otras. La gimnasta Samantha Cerio lo sabe muy bien. Durante una rutina de suelo, Cerio intentó una voltereta de 720 grados, pero no consiguió aterrizar. De hecho, se dislocó las dos rótulas al mismo tiempo y se rompió seis ligamentos. El Dr. James Andrews, famoso traumatólogo, dijo que nunca había visto nada igual en sus 45 años de profesión.
Cerio tuvo que someterse a una operación y a meses de rehabilitación para recuperarse. También tenía un mensaje para quienes compartieron en Internet el vídeo de su lesión: "Mi dolor no es vuestro entretenimiento".
Sa Jae-Hyouk - Lesión grave en el codo
Fue un momento que hizo estremecerse a todo el mundo. El codo del levantador de pesas surcoreano Sa Jae-Hyouk se torció de una forma inimaginable cuando intentaba levantar 357 libras por encima de su cabeza durante los Juegos Olímpicos de 2012. El público jadeó cuando Sa soltó la pesa y cayó al suelo, agarrándose el brazo con agonía. La lesión fue tan grave que tuvo que ser operado y retirarse del deporte.
Sin embargo, Sa demostró su resistencia y volvió a la halterofilia. Por desgracia, su reaparición se vio truncada tras ser expulsado del deporte por agredir presuntamente a otro halterófilo.
Jessica Dube - Cara rajada por Skate
El patinaje sobre hielo suele considerarse un deporte elegante y grácil, pero puede convertirse rápidamente en una escena difícil cuando se producen accidentes. En 2007, la vida de la patinadora artística canadiense Jessica Dube cambió instantáneamente cuando la cuchilla del patín de su compañero entró en contacto con su cara durante una competición. Dube se desplomó sobre el hielo dolorida y fue trasladada inmediatamente al hospital, donde la operaron para reparar los daños. Milagrosamente, se recuperó de la lesión y volvió a practicar este deporte con su compañero Bryce Davison.
Los dos superaron el trauma del accidente y siguieron patinando juntos, demostrando la determinación de estos atletas hacia su deporte.
Samir Ait Said - Pierna destrozada
Los Juegos Olímpicos son la cúspide de los logros atléticos, pero también pueden ser un lugar donde los sueños se derrumban en una fracción de segundo. El gimnasta francés Samir Ait Said aprendió esa lección por las malas en 2016, cuando se fracturó la pierna durante la competición de salto masculino. Al aterrizar, un crujido resonó en el estadio. El personal médico acudió rápidamente a su lado, pero el daño ya estaba hecho.
Se destrozó completamente la tibia y el peroné, un momento desgarrador para cualquiera, especialmente para un atleta que dedica su vida a su deporte y a ser gimnasta.
Gordon Hayward - Fractura de pierna y luxación de tobillo
Se suponía que el debut de Gordon Hayward con los Celtics iba a ser triunfal, pero en lugar de eso, se convirtió en un recuerdo inquietante para los aficionados del equipo. A los seis minutos de partido, Hayward subió a por un alley-oop y aterrizó torpemente, haciendo que su pierna se desplomara bajo su peso. El ruido de la lesión fue tan espantoso que jugadores y aficionados se estremecieron visiblemente. Hayward fue retirado de la cancha en camilla y trasladado en avión a Boston, donde fue operado.
Fue un largo camino de recuperación, pero tras un año de rehabilitación, volvió a las canchas. A pesar del contratiempo, Hayward sigue siendo un jugador clave en la NBA.
Mick Foley - Oreja arrancada
La lucha libre profesional es conocida por su drama guionizado, pero a veces las cosas pueden ser demasiado reales. Si no que se lo pregunten a Nick Foley, al que arrancaron parcialmente una oreja durante un combate con Big Van Vader. En su papel de "Cactus Jack", Foley se enredó en las cuerdas y, cuando por fin se soltó, se le desprendió parte de la oreja. A pesar de la lesión, Foley siguió luchando y no dejó que esto le detuviera.
Hoy, a Foley le falta parte de la oreja, pero también es un campeón, demostrando que ni las lesiones más dolorosas detienen a un verdadero luchador.
Janos Baranyai - Luxación de codo
La lesión de Janos Baranyai en halterofilia en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 fue uno de los momentos más intensos de la historia olímpica. Su codo derecho cedió cuando intentaba levantar más de 150 kilos, y el peso se estrelló contra su espalda. El sonido de sus gritos resonó en todo el estadio, y los espectadores de todo el mundo se estremecieron al verlo. A pesar de la lesión, Baranyai estaba decidido a recuperarse. Se recuperó sin cirugía y volvió a la competición en poco tiempo.
Para conmemorar su periplo olímpico, se tatuó los anillos olímpicos y "Pekín 2008". La resistencia y determinación de Baranyai sirven de inspiración a atletas de todo el mundo.
Markus Schairer - Cuello roto
El snowboarder austriaco Markus Schairer mostró al mundo cómo es la verdadera valentía durante los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018. En la carrera de cuartos de final del snowboard cross masculino, Schairer sufrió una caída devastadora que le dejó con el cuello roto. A pesar de la lesión, no se rindió y terminó la carrera, demostrando una determinación y una resistencia increíbles. Schairer fue trasladado de vuelta a Austria para recibir tratamiento, y las primeras pruebas no mostraron signos de daños neurológicos graves.
En lo que de hecho fue una llamada cercana, se curó muy bien y demostró que era un verdadero guerrero en la nieve. La increíble historia de Schairer pasará a la historia olímpica como testimonio de la fuerza del espíritu humano.
Napoleon McCallum - Hiperextensión de rodilla y más
La carrera futbolística de Napoleon McCallum tuvo un final repentino y doloroso tras una lesión durante un partido. El ex corredor de los Raiders fue placado por el linebacker de los 49ers de San Francisco Ken Norton Jr. y se le clavó el taco en el suelo, lo que le provocó la dislocación e hiperextensión de la rodilla. Norton quedó atrapado bajo McCallum mientras el personal médico corría en su ayuda. Fue una lesión devastadora que dejó a McCallum con tres ligamentos rotos, una arteria rota, los músculos de la pantorrilla y los isquiotibiales desgarrados y daños en los nervios.
Lamentablemente, McCallum no volvió a jugar ningún partido después de aquel fatídico día, pero su lesión quedará grabada para siempre en la memoria de los aficionados al fútbol.
Kerri Strug - Esguince de tobillo y rotura de ligamentos
En un momento que quedaría grabado en la historia olímpica, Kerri Strug demostró un coraje y una valentía increíbles frente a una lesión durante los Juegos Olímpicos de Verano de 1996 en Atlanta, Georgia. Strug se había lesionado el tobillo en su primer intento de salto, pero en lugar de rendirse, decidió superarse a sí misma. Con la feroz determinación de demostrar su valía en su deporte, ejecutó un salto casi impecable en su segundo intento.
Strug se desplomó inmediatamente en el suelo, dolorida. A pesar de sufrir una grave lesión, consiguió la medalla de oro para su equipo y consolidó para siempre su lugar en el folclore olímpico.
Clint Malarchuk - Arteria del cuello perforada por un patín
Puede que el nombre de Clint Malarchuk no sea tan conocido como el de algunas de las mayores estrellas del hockey, pero su lesión es una que nunca se olvidará. La arteria carótida de Malarchuk fue seccionada por un patín en un extraño accidente sobre el hielo, provocando que la sangre brotara sobre el hielo. Tanto los aficionados como los jugadores quedaron atónitos, algunos incluso se desmayaron o vomitaron. Pero en un verdadero alarde de heroísmo, un entrenador deportivo salvó la vida de Malarchuk al pinzar el vaso sanguíneo.
El portero perdió una asombrosa cantidad de sangre y necesitó cientos de puntos de sutura, pero volvió al hielo sólo diez días después. La lesión de Malarchuk es un testimonio del peligro de este deporte.
Mike Utley - Paralizado por una columna vertebral destrozada
En un abrir y cerrar de ojos, la vida de Mike Utley cambió para siempre aquel fatídico día de noviembre de 1991. Fue placado y se rompió el cuello, lo que le provocó una grave lesión medular que le dejó paralizado de pecho para abajo. Pero incluso ante la tragedia, brillaron la resistencia y la fuerza de Utley. Cuando lo sacaron del campo, su ahora famosa señal de pulgar hacia arriba se convirtió en un símbolo de esperanza y determinación para quienes se enfrentan a sus propios retos.
A pesar de su devastadora lesión, Utley se negó a dejar que le definiera. Desde entonces se ha convertido en un poderoso defensor de la investigación de las lesiones medulares. Su legado perdura a través del Premio Mike Utley al Valor, que se concede anualmente a un jugador de la NFL que haya demostrado un valor excepcional en la adversidad.
Nancy Kerrigan - Herida en la pierna tras ser atacada
Es una historia de engaño, ambición y amarga rivalidad que aún resuena entre los aficionados al deporte de todo el mundo. El infame ataque a la patinadora Nancy Kerrigan conmocionó a la comunidad olímpica en 1994, pero los detalles más oscuros del incidente llamaron realmente la atención del público. Tonya Harding, rival de Kerrigan, hizo que su ex marido y guardaespaldas contratara a un sicario para que golpeara la pierna de Kerrigan con una porra plegable, con la esperanza de dar a Harding la ventaja que necesitaba para asegurarse un puesto en el equipo olímpico estadounidense.
Aunque Kerrigan no sufrió lesiones graves después, el incidente ha quedado inmortalizado en una película, consolidando su lugar en la historia del deporte para siempre.
Tony Saunders - Fractura de brazo
Las lesiones en el deporte son inevitables, pero fueron especialmente duras para este jugador de béisbol. La fractura del húmero de Tony Saunders en un lanzamiento salvaje es una de ellas. Fue duro para los espectadores que Saunders se partiera la parte superior del brazo en un lanzamiento. El lanzador zurdo también se rompió los ligamentos en el lanzamiento, y su carrera terminó con sólo 26 años. Aunque no tuvo que operarse de la lesión, al año siguiente se rompió el mismo brazo durante una misión de rehabilitación.
Esto cerró las puertas a cualquier esperanza de reaparición. La lesión de Saunders sirve para recordar la fragilidad del cuerpo humano en el deporte y que los atletas no son sobrehumanos.
Rudy Tomjanovich - Cara rota
La NBA ha tenido su buena ración de altercados físicos a lo largo de los años, pero pocos fueron tan difíciles como el que se produjo entre Rudy Tomjanovich y Kermit Washington. En 1977, estalló una pelea en la cancha durante un acalorado partido entre los Houston Rockets y Los Angeles Lakers. Rudy T., entonces jugador de los Rockets, se apresuró a ayudar a disolverla, pero Washington le propinó un puñetazo que le fracturó la cara en varias partes.
Las consecuencias del incidente fueron importantes: Washington recibió una suspensión de 26 partidos y Tomjanovich se perdió el resto de la temporada para recuperarse de sus lesiones.
Derek Redmond - Desgarro en los isquiotibiales
La desgarradora lesión de Derek Redmond en los isquiotibiales en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 es un momento que todavía hace llorar a los aficionados al deporte de todo el mundo. Los isquiotibiales de Redmond se desgarraron a falta de 175 metros para el final de los 400 metros lisos, lo que le obligó a cojear por la pista, dolorido. Pero lo que siguió fue una muestra inolvidable de determinación y amor. El padre de Redmond, Jim, bajó corriendo de las gradas y ayudó a su hijo a cruzar la línea de meta.
Puede que Redmond no ganara una medalla aquel día, pero su valor y perseverancia dejaron una huella indeleble en los Juegos Olímpicos. Abróchate el cinturón y prepárate porque estas lesiones de atletas que dejaron un impacto duradero en el mundo del deporte no acaban aquí.
Annemiek Van Vleuten - Fractura vertebral y conmoción cerebral
Es un momento que nadie que lo haya visto olvidará jamás: la aterradora caída de la ciclista holandesa Annemiek van Vleuten durante la carrera femenina en ruta de Río. Estuvo a punto de conseguir el oro cuando perdió el control de su bicicleta en un descenso y se quedó inmóvil mientras los ciclistas la adelantaban a toda velocidad hacia la línea de meta. Fue trasladada al hospital con una conmoción cerebral grave y tres fracturas en la columna vertebral; no se sabía si volvería a montar en bicicleta.
Se recuperó para competir en los Juegos Olímpicos de Tokio e incluso ganó una medalla de plata, un momento realmente salvaje para esta atleta que hizo historia en el deporte.
Kevin Ware - Fractura de pierna
En el mundo del deporte, las lesiones son tristemente habituales. Pero algunas lesiones son tan estomagantes que dejan una huella indeleble en los jugadores, entrenadores y aficionados que las presencian. Una de estas lesiones se produjo durante un partido de baloncesto universitario en 2013, cuando Kevin Ware, de Louisville, sufrió una lesión en la pierna al saltar para bloquear un tiro. La lesión fue tan grave que el hueso de Ware atravesó su piel, algo que un atleta nunca quiere experimentar.
A pesar de la gravedad de su lesión, Ware consiguió de algún modo volver a jugar sólo ocho meses después, un testimonio de su fuerza y determinación: un atleta fuerte en el intenso mundo del deporte.
Paul George - Fractura de pierna
En el deporte, las lesiones son una desafortunada realidad. Pueden ocurrir en cualquier momento y cambiar por completo el curso de la carrera de un atleta. Paul George no es una excepción. Durante una exhibición de USA Basketball, George aterrizó torpemente y se rompió dos huesos de la pierna derecha. La lesión fue tan grave que se canceló el partido y George fue trasladado al hospital para ser operado de urgencia. La lesión fue intensa y una situación en la que ningún deportista quiere estar.
Aunque esta lesión le hizo perderse 76 partidos de la siguiente temporada de la NBA, dos años después tuvo un notable regreso, e incluso ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Verano de 2016.
Ervin Zador - Puñetazo en la cara
Los Juegos Olímpicos han producido algunos de los momentos más históricos de la historia del deporte, pero ninguno más significativo que el infame acontecimiento "Sangre en el agua" de 1956. Ervin Zador, jugador húngaro de waterpolo, se convirtió en un símbolo de la lucha de su nación por la independencia contra la Unión Soviética durante las semifinales del partido. Cuando las tensiones entre los países alcanzaban un punto de ebullición, Zador fue atacado por un jugador ruso y salió de la piscina con la cara ensangrentada.
Hungría ganó el partido y Zador se convirtió en un héroe para su pueblo. Esta angustiosa historia es un testimonio del poder del deporte y de la resistencia del espíritu humano.
Nodar Kumaritashvili - Accidente mortal
El mundo contuvo la respiración mientras Nodar Kumaritashvili, un joven y prometedor luger georgiano, realizaba su última carrera de entrenamiento antes de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2010. Pero ocurrió una tragedia cuando Kumaritashvili perdió el control de su trineo y salió volando de la pista a la aterradora velocidad de 88 millas por hora. El accidente fue grabado por una cámara, y las imágenes siguen siendo escalofriantes. La curva en la que se produjo el accidente ya había sido criticada por su seguridad, pero la muerte del joven de 21 años puso el tema sobre el tapete.
La muerte de Kumaritashvili proyectó una oscura sombra sobre los Juegos, y su legado perdura como recordatorio de los peligros de los deportes de invierno de alta velocidad.
J. R. Celski - Pinchazo en el muslo
El patinaje de velocidad en pista corta no es para los débiles de corazón, y J.R. Celski lo sabe mejor que nadie. En 2010, pocas semanas antes de los Juegos Olímpicos de Vancouver, Celski sufrió una difícil lesión durante una carrera de prueba. Al doblar una curva, la cuchilla derecha de su patín le cortó el muslo izquierdo, haciendo que la sangre manara sobre el hielo. La lesión requirió más de 60 puntos de sutura, pero milagrosamente, Celski pudo recuperarse a tiempo para los juegos.
Llegó a ganar dos medallas de oro y una de bronce, consolidando su lugar en la historia olímpica. A pesar de retirarse del deporte, su legado perdura como un auténtico campeón y superviviente.
Grant Hill - Esguince de tobillo e infección por estafilococo
El esguince de tobillo de Grant Hill en 2000 pudo parecer una lesión menor, pero resultó ser el comienzo de un agotador viaje para la estrella de la NBA. Hill siguió jugando con la lesión, que le causó daños persistentes y le llevó a múltiples operaciones. Al final, los médicos tuvieron que realizar una arriesgada operación para realinearle el tobillo, que al principio fue bien, pero Hill pronto se encontró luchando por su vida debido a una infección por estafilococos.
Es un testimonio de su resistencia y determinación que Hill superara la infección y siguiera jugando nueve temporadas más, ganándose finalmente un puesto en el Salón de la Fama.
Kevin Durant - Rotura del tendón de Aquiles
Fue un momento que lo cambió todo. La rotura del tendón de Aquiles de Kevin Durant en el 5º partido de las Finales de la NBA puede haber cambiado el curso de la liga. Los aficionados contuvieron la respiración mientras veían a la superestrella derrumbarse en el suelo. La lesión no sólo puso fin a su temporada, sino que también planteó interrogantes sobre su futuro en el juego. La distensión en la pantorrilla de Durant le había mantenido de baja durante un mes, pero la presión por ayudar a su equipo a ganar otro campeonato era demasiado grande.
La lesión sacudió el mundo del baloncesto, dejando a aficionados y analistas preguntándose si Durant volvería a ser el mismo. Sólo el tiempo lo dirá.
Bobby Valentine - Fractura de pierna
La carrera de Bobby Valentine iba en ascenso hasta que un fatídico día en el campo lo cambió todo. En un intento de robar un home run, sus clavos se engancharon en una valla metálica, haciendo que su pierna se doblara de forma antinatural. A pesar de las múltiples fracturas y de una curación infructuosa, Valentine optó por volver al juego la temporada siguiente, pero la lesión siguió atormentándole. Su otrora prometedora carrera sufrió un brusco declive.
Jugó su último partido a la temprana edad de 29 años. Es un recordatorio aleccionador de que una fracción de segundo puede cambiarlo todo para un atleta.
Kevin Pearce - Lesión cerebral
La historia de Kevin Pearce es una historia de angustia, perseverancia y triunfo. Como estrella emergente del mundo del snowboard, estaba a punto de conseguir el oro olímpico. Sin embargo, un accidente durante un entrenamiento cambió su vida para siempre. La lesión de Pearce fue una de las peores de la historia olímpica, pero se negó a que le definiera. Tras pasar semanas en la UCI y someterse a una exhaustiva rehabilitación, recuperó poco a poco la confianza en sí mismo y sus habilidades.
Ahora, Pearce utiliza su experiencia para ayudar a los demás. A través de su organización sin ánimo de lucro, LoveYourBrain, ayuda a la gente a recorrer el difícil camino de la recuperación tras una lesión cerebral traumática.
Mickey Mantle - LCA roto
Es difícil imaginar lo diferente que podría haber sido la carrera de Mickey Mantle sin aquel fatídico tropiezo con un aspersor. El joven novato era un talento prometedor en las Series Mundiales de 1951 cuando sufrió una lesión de rodilla que le perseguiría el resto de su carrera. A pesar de jugar a pesar del dolor, Mantle nunca volvió a ser el mismo, y es imposible decir lo que podría haber conseguido si hubiera estado completamente sano.
No obstante, Mantle siguió jugando a un nivel de élite durante 17 años, consolidando su legado como uno de los mejores jugadores de béisbol de los Yankees de todos los tiempos.
Akil Mitchell - Globo ocular desprendido
El jugador de baloncesto Akil Mitchell sufrió una grave lesión durante un partido de la NBL australiana, cuando un jugador rival le arrancó accidentalmente un ojo. El globo ocular de Mitchell se salió de su órbita, conmocionando a todos los que presenciaron el incidente. Mitchell mantuvo la calma y la compostura a pesar de la lesión, afirmando que aún podía ver por el ojo. Sorprendentemente, el globo ocular volvió a su sitio de camino al hospital, una extraña sensación que nunca olvidaría.
Aunque el incidente fue chocante, Mitchell no sufrió efectos a largo plazo y desde entonces ha seguido jugando al baloncesto sin problemas.
Vincenzo Nibali - Fractura de clavícula
La carrera olímpica en ruta de Río de Janeiro 2016 fue un acontecimiento dramático, con muchos de los mejores ciclistas del mundo enfrentándose a un terreno duro y a una gran humedad. Pero nada fue tan intenso como la caída que se produjo en el traicionero descenso de Vista Chinesa. El ciclista italiano Vincenzo Nibali lo pasó mal al chocar con el corredor colombiano Sergio Henao y fracturarse ambas clavículas. La valentía y dureza de estos atletas de élite son incomparables.
Esto demuestra los riesgos que asumen los atletas para competir al más alto nivel y el coste potencial de perseguir la gloria olímpica.
Sam Bowie - Fractura de pierna
La lesión de Sam Bowie durante un partido de la NBA es un momento que nunca se olvidará. Mientras que la mayoría de las lesiones se producen al aterrizar, los frágiles huesos de Bowie no pueden soportar la fuerza de su despegue, lo que provoca que un hueso sobresalga de su pierna. A pesar de que le operaron y le colocaron tres tornillos en la pierna, dos de los tornillos fallaron, lo que llevó a otra operación y a tres tornillos más. Tras un año en el banquillo, se produjo una fractura delgada en la misma pierna, que le obligó a someterse a otra operación.
Para Bowie, la lesión puso fin a su carrera, pero el impacto de aquel momento en la historia del deporte aún resuena entre quienes lo presenciaron.
Darryl Stingley - Lesión medular
La trágica lesión de Darryl Stingley en el campo de fútbol es un recordatorio de los graves riesgos que corren los jugadores cada vez que saltan al campo. Una jugada rutinaria se convirtió en un acontecimiento que cambió su vida cuando la hombrera de Jack Tatum golpeó el casco de Stingley, rompiéndole dos vértebras y dejándole paralizado del cuello para abajo. El hijo de Stingley, Derek, ha hablado sobre el devastador impacto que este golpe tuvo en su familia y la falta de remordimiento mostrada por Tatum.
Sin embargo, el incidente dio lugar a un cambio positivo, ya que la NFLPA luchó por las prestaciones por incapacidad para los jugadores lesionados. Puede que Stingley ya no esté, pero su legado perdura.
Shaun Livingston - Rodilla destrozada
La carrera de Shaun Livingston parecía sombría cuando sufrió una de las lesiones de rodilla más desagradables de la historia de la NBA. Aterrizando torpemente tras una bandeja, Livingston se rompió dos ligamentos, el menisco y se dislocó la rótula, dejando su carrera pendiente de un hilo. El médico de los Clippers de Los Ángeles, el Dr. Tony Daly, la consideró "probablemente la lesión más grave que se puede tener en la rodilla". Pero Livingston desafió las probabilidades, completando 16 meses de agotadora rehabilitación antes de volver al baloncesto.
Las lesiones son una desafortunada realidad en el mundo del deporte. Para muchos atletas, las lesiones en la historia del deporte han sido algunos de los momentos más difíciles de sus carreras.
Steve Yeager - Lesión cervical
Las lesiones son siempre una amenaza para los deportistas, pero a veces el peligro puede proceder de las fuentes más inesperadas. Yeager, receptor de los Dodgers de Los Ángeles, fue golpeado en el cuello por el cañón de un bate roto que voló hacia él mientras esperaba para salir a batear. A pesar de la gravedad de la lesión, Yeager pudo volver al campo sólo 19 días después. ¿Quién iba a decir que el deporte podía ser tan intenso?
Este es otro ejemplo que muestra la resistencia y la determinación que a menudo necesitan los deportistas para superar lesiones y contratiempos.
Joe Theismann - Fractura de pierna
Las lesiones son una parte desafortunada de cualquier deporte, pero a veces pueden ser realmente difíciles de sobrellevar. Una de esas lesiones se produjo en un partido de la NFL de 1985 entre los Washington Redskins y los New York Giants. Ese día, la rodilla de Lawrence Taylor se estrelló contra la pierna de Joe Theismann, destrozándole la tibia y el peroné. La carrera de Theismann terminó abruptamente, algo que ningún atleta quiere experimentar, especialmente en un deporte que ama.
Fue un día duro, y echar la vista atrás para recordar esta lesión no resulta nada fácil. Los atletas asumen mucho por un deporte tan intenso, y momentos como éste son difíciles de olvidar.
Ronnie Lott - Meñique Amputado
La decisión de Ronnie Lott de amputarse su propio dedo se ha convertido en una leyenda de la NFL. El dedo meñique del ex safety de los 49ers de San Francisco se aplastó durante un placaje en la temporada de 1985. Tuvo que tomar una decisión difícil: someterse a una operación y perder mucho tiempo de juego o amputarse parte del dedo y volver al campo. Lott optó por lo segundo y en 1986 tuvo una de sus mejores temporadas.
Su decisión ha sido calificada como uno de los actos más desinteresados de la historia del deporte, y demuestra hasta dónde pueden llegar los deportistas para seguir en activo.
Manteo Mitchell - Pierna rota
En el mundo del atletismo, todo consiste en superar el dolor. Y nadie encarna este espíritu como Manteo Mitchell. Durante los Juegos Olímpicos de 2012, Mitchell corría en cabeza del equipo masculino estadounidense de relevos de 400 metros cuando sintió un dolor punzante en la pierna. Pero incluso con la pierna rota, Mitchell se negó a rendirse. Soportó el dolor y terminó la carrera, ayudando a su equipo a clasificarse para la final.
Más tarde se supo que Mitchell había corrido su carrera anterior con una fractura de peroné que no había sido diagnosticada. La increíble determinación y valentía de Mitchell le han valido un lugar en la historia del deporte.